El cáncer de pulmón es el tipo de cáncer más mortífero en todo el mundo. El consumo de cigarrillos es la principal causa del cáncer de pulmón, aunque los no fumadores pueden padecer cáncer de pulmón (y de hecho lo hacen) por causa de otras fuentes como la exposición al amianto o gas radón. El cáncer de pulmón también puede producirse por la diseminación de cáncer (metástasis) desde otras partes del cuerpo.
Como sucede con cualquier tipo de cáncer, el tratamiento precoz es fundamental. El cáncer de pulmón no sólo es el tipo de cáncer más mortífero, sino que también es uno de los que más erróneamente se diagnostican. El diagnóstico erróneo puede conducir a una detección tardía, lo cual permite que la enfermedad continúe creciendo y se dificulte aún más su tratamiento. En algunos casos, el médico diagnostica los síntomas de cáncer de pulmón como algo diferente, por ejemplo tuberculosis o bronquitis. En algunos casos, el diagnóstico erróneo ha ocasionado la extracción incorrecta de un pulmón.
Entre los errores que se informan frecuentemente cometidos por médicos o profesionales médicos que tienen como consecuencia el diagnóstico incorrecto de cáncer de pulmón se encuentran los siguientes:
El diagnóstico erróneo del cáncer de pulmón puede ocasionar muchos problemas graves y potencialmente devastadores. Es posible que una víctima de este tipo de negligencia médica sufra consecuencias físicas y médicas, pérdida económica e incluso la muerte.