Antes de vender un negocio, usted tiene que decidir qué quiere vender, y qué precio quiere por el negocio.
La venta de un negocio puede ser una venta de activos, una venta de entidad, o alguna combinación de los dos. Con una venta de activos, vende sólo los activos de la empresa, pero no asume responsabilidades. Con la compra de una entidad, usted obtiene todos los derechos sobre los activos, los ingresos, la buena voluntad y otros beneficios de la empresa y, también, asume todas las deudas y obligaciones.
Si usted tiene un conocimiento significativo de la empresa y el mercado, puede tener una buena comprensión de lo que su negocio vale realmente. Sin embargo, es mejor tener un experto de tasación de negocios para que le dé una opinión de su valor.
Otro componente clave de la preparación de su negocio para la venta, es obtener todos los documentos, acuerdos, presentaciones y otros asuntos. Si sus estatutos requieren una resolución para poner el negocio en venta, asegúrese de que tiene unos. Es lógico pensar que los compradores más serios desearán examinar a fondo los documentos internos de la compañía antes de negociar un reparto.
Por último, es costumbre preparar un “memorando de venta”, esencialmente un anuncio para la venta de su negocio. Este documento está diseñado para proporcionar a los compradores potenciales información precisa sobre todos los aspectos de su negocio, como la fortaleza financiera, la administración, los productos y servicios, los empleados y el precio potencial. Por lo general, cualquier comprador potencial que revise el memorando de venta deberá firmar un acuerdo de confidencialidad.
En general, puede incluir casi cualquier disposición en los términos de la venta, siempre y cuando no constituya una restricción ilegal del comercio, no viole ninguna ley, o no sea contrario a la política pública. Sin embargo, debe prestar mucha atención a las siguientes disposiciones:
Una vez que se negocian los términos, por lo general se elaborará una “carta de intención”, sujeto a una revisión de debida diligencia por el posible comprador.
Durante la fase de debida diligencia, se le dará al comprador la oportunidad de verificar que todas las informaciones son exactas. Esto probablemente incluirá una inspección de las instalaciones físicas, así como libros de la compañía y registros financieros, incluyendo las cuentas por cobrar. La debida diligencia realizada por el comprador también incluye habitualmente:
Una vez que la debida diligencia esté completa, se debe redactar y firmar un acuerdo de compra. El acuerdo de compra establece todos los detalles de la venta, incluyendo:
Dependiendo del tipo de venta y cómo se financie, también puede necesitar pagarés, acuerdos de seguridad, certificados de acciones y resoluciones corporativas.