Eltitular de los derechos de autor de una obra puede reproducirla, distribuir copias y exhibirla o interpretarla en público. También tiene el derecho de crear trabajos derivados de dicha obra. Si se trata de una obra de edición limitada, el titular tiene derechos adicionales. Aunque los derechos de autor protegen en cierta medida los bienes de una empresa, no son la mejor opción para proteger alguno de ellos.
Los derechos de autor protegen las obras de creación original. Éstas incluyen obras literarias, composiciones musicales, obras gráficas y arquitectónicas, y otras formas de expresión artística. Una vez que la obra queda “terminada” en una forma tangible, se crea un derecho de autor conforme al Common Law. Sin embargo, muchos propietarios de pequeñas empresas no saben que los derechos de autor son materia complicada y creen que sus obras cuentan con una protección mayor que la que realmente poseen. Además, aunque según el Common Law se crea un derecho de autor cuando la obra queda terminada, es necesario registrarla para que los derechos de autor tengan validez.
Los derechos de autor protegen sólo la expresión de una idea, pero no la idea en sí. Por ejemplo, si el autor de un libro que describe la práctica de determinado proceso lo registra y obtiene los derechos de autor del libro, dicho proceso no estará protegido. Los derechos de autor protegen la forma en que se describe el proceso, pero no el proceso en sí.
Los derechos de autor sólo protegen la obra contra el plagio real. Para establecer que se violaron los derechos de autor, no sólo es preciso probar la validez y la existencia del registro de estos derechos, sino que también se debe demostrar que otra persona plagió la obra. Si el demandado creó la obra independientemente, no existe una violación de los derechos de autor.
También está permitido usar los derechos de autor para realizar críticas, comentarios, informes periodísticos, tareas educativas e investigación. Los tribunales aún no han elaborado una prueba definida para determinar exactamente qué casos se ajustan a esta excepción, pero tienen en cuenta el uso (si es comercial o no), la naturaleza de la obra protegida por los derechos de autor, la porción plagiada y el efecto que tiene su uso en el mercado.
El titular de los derechos de autor puede recibir una indemnización por daños que incluya las ganancias reales que obtuvo el demandado por el uso de la obra protegida o una indemnización por daños establecida por ley para estos casos, además de la tarifa del abogado. También puede obtener una medida cautelar de embargo y secuestro de los objetos que violan los derechos de autor. Si el registro se realiza dentro de los tres meses posteriores a la publicación de la obra o antes de que se violen los derechos de autor, el titular puede reclamar la indemnización establecida por ley sin necesidad de probar los daños sufridos y las ganancias reales del demandado. Con frecuencia, sin embargo, los propietarios de pequeñas empresas sólo registran los derechos de autor cuando tienen un problema.
En muchos casos, es posible obtener marcas registradas para proteger la obra; no es necesario establecer el plagio real y las marcas registradas no caducan mientras están en uso. Los documentos protegidos por los derechos de autor también pueden mantenerse como secretos comerciales. Los secretos comerciales y las marcas registradas no están sujetos a la doctrina del uso razonable; sin embargo, para probar la violación de una marca registrada, debe existir confusión con respecto a la procedencia de los productos de una entidad.