La idea de ser condenado a cumplir condena por un crimen que no ha cometido puede causarle inquietud y temor. Agregue la posibilidad de afrontar la pena de muerte, siendo una persona inocente, y su mente puede cuestionarse si el sistema que tenemos implementado necesita algún ajuste. Cuando caes en esa categoría, el único problema es el tema de la pena de muerte.
Encuestas recientes revelaron cifras que indican una pérdida de apoyo a la pena de muerte. Un estudio de 2007 entre 1,000 adultos a nivel nacional realizado por el Centro de Información de la Pena de Muerte encontró estos sorprendentes resultados.
- El 40 % considera que, debido a sus creencias morales, quedaría descalificado para formar parte del jurado de un caso relacionado con la pena de muerte.
- El 58 % cree que debería haber una moratoria sobre la pena de muerte mientras se lleva a cabo una revisión del proceso.
- El 69 % cree que las reformas no eliminarán todas las condenas y ejecuciones ilícitas
- El 87 % cree que una persona inocente ha sido ejecutada en los últimos años.
Además de estos números, el estudio descubrió que entre los que habían cambiado su posición con respecto a la pena de muerte en los últimos 10 años, había más personas que se habían convertido en oponentes que en proponentes, por un margen de tres a dos.
Las exoneraciones de ADN levantan el velo
En enero de 2007, James Waller se sentó en un tribunal de Dallas después de haber cumplido 10 años de prisión por violación. Pero esta vez no se enfrentó a ningún jurado o acusación, sino a una confirmación legal de lo que debe haber sido la idea predominante en su mente durante los últimos 10 años: era inocente. Waller es solo un ejemplo del puñado de casos exonerados gracias al ADN solamente en el condado de Dallas.
Las exoneraciones de ADN no solo exponen a los inocentes y nos obligan a cuestionar nuestro sistema de justicia procesal, sino también a plantear el tema del lugar que ocupa la pena de muerte en la justicia estadounidense.
Si bien las exoneraciones de ADN en todo el país han dado lugar a suspensiones de ejecuciones, algunos todavía piensan que se debe mantener la pena de muerte. Varios intentos han fracasado en Texas para aprobar una moratoria de la pena de muerte. Se ha ejecutado a quince reclusos de Texas este año y han fracasado otros intentos de prohibirla por parte de representantes estatales.
Los partidarios de la pena de muerte señalan que las decisiones que se toman en los tribunales penales de los Estados Unidos son una validación del respaldo del público a la pena de muerte. Pero una decisión reciente de la Corte Suprema plantea preguntas sobre la formación de lo que algunos creen que son jurados sesgados. El fallo respaldaba la decisión de un juez de Washington de descalificar a un hombre para que no formara parte de un jurado, basado en sus puntos de vista porque dudaba de la pena de muerte.