La determinación de la manutención infantil puede abordarse de dos maneras. El primer enfoque requiere calcular el costo de mantener a un niño, mientras que el segundo se refiere a cuánto es capaz de contribuir un padre al bienestar del niño. El gobierno federal requiere que todos los estados tengan directrices de cálculo para órdenes de manutención de niños, las cuales puedan ser verificadas y certificadas. En última instancia, teniendo en cuenta todos los factores anteriores, es el tribunal de familia quien emite las órdenes de manutención de los hijos y decide la cantidad necesaria para mantener al niño. Las órdenes de manutención de menores, generalmente, se revisan cada tres años para ajustar y modificar la cantidad dependiendo de los cambios en las necesidades financieras del niño o en los ingresos del padre que no tiene la custodia.