Oxycontin

Oxycodone, el nombre genérico de Oxycontin, ha existido desde hace un siglo. Fue desarrollado por primera vez por Bayer en Alemania como sustituto (esperamos) menos adictivo de la morfina y la heroína. Los estudios demuestran que primero fue utilizado en estudios clínicos en 1917 y aprobado para la venta en los Estados Unidos en 1939. Su uso más común es soportar el dolor severo.

Se sabe que la oxicodona tiene una amplia gama de efectos secundarios. Con un uso moderado, a menudo se ha documentado que causa estreñimiento, vómitos, sequedad de boca, fatiga, picazón, sudoración, mareos y náuseas. Otros efectos reportados de las dosis más bajas incluyen diarrea, pérdida de apetito, dolor abdominal e hipo.

Con una mayor ingesta del medicamento, los usuarios pueden tener dificultad para respirar, apnea del sueño, hipotensión (presión arterial baja), paro respiratorio e incluso morir. Debido a que Oxycontin es un opioide, también puede conducir a problemas de adicción y abstinencia.

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